Teófilo Dabbah
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"Fragmentos fragmentados"
Teófilo Dabbah
Buenos Aires, Argentina
http://www.escuelafoto.com.ar Volver Nuestra visión es muy fragmentaria. El Universo es enorme y nosotros sólo vemos de él un pequeño fragmento. Y de ese fragmento sólo vemos, también, un muy minúsculo fragmento de su existencia.
Contribuye a ello, en gran medida, la fotografía. Para comprenderlo es necesario aceptar que ella “no es” la realidad sino que es una “representación” de esa realidad. Cuesta creer que la fotografía es, en cierto modo, una mentira. Miente cuando una escena “policromática” la muestra, muchas veces, “monocromática”. Miente cuando una escena tridimensional la muestra en una superficie plana. Miente cuando un espacio de grandes dimensiones (por ej. un paisaje) lo presenta en una superficie de tan sólo 18 x 24 cm. ( ¡Excelente tema para un debate! )
Pero el engaño mayor se da cuando a una realidad en dinámico y permanente cambio la representa congelada, detenida en el tiempo y en el espacio. Tanto es así que nuestros ojos difieren de esta forma de representación. El ojo humano tiene un sistema de enfoque puntual muy preciso, Sólo enfoca un único punto a la vez y cuando observamos varios objetos no lo hacemos en forma simultánea sino en la forma de una continua progresión. Es decir que nuestro conocimiento de la realidad cotidiana o, inclusive, su imaginación, es producto de la suma de las distintas visiones fragmentarias cuyo conjunto nos da la “idea” de la totalidad.
Es por ello que el conocimiento que tenemos de lo que nuestros ojos observan o han observado es, precisamente, una recomposición virtual que nos lleva a una premisa fundamental: “El conocimiento que tenemos de una determinada escena es la suma de sus diversos fragmentos”. Esa es la gran diferencia entre el adulto y el niño: El adulto representa, limitado, el objeto “como lo ve” y el niño lo representa, con mayor libertad, “como sabe que es”. Hubo una etapa en la pintura de Pablo Picasso, entre otros artistas, en la que pintó según dicha premisa.
Por tanto, cuando observamos nuestra mirada no queda fija, sino que recorre continuamente pequeños fragmentos del sujeto, yendo y viniendo, y en el conocimiento de su suma se tiene la noción, visual o imaginativa, de la totalidad. Esta serie de imágenes que aquí presento son también “Fragmentos Fragmentados” de una totalidad de un centenar de collages fotográficos en tamaño de 40 x 50 que he tenido la suerte y el placer de realizar.
Teófilo Dabbah
Tel. 4552-2770 y 4374-2006
El límite de la fotografía es nuestro propio límite