8 días / Malena Díaz
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"8 días"
Malena Díaz
México, DF
nukkin18@yahoo.es Volver Las fotografías que comprenden esta muestra, son un breve espacio de mi diario personal. En ellas quedaron plasmadas las imágenes de 8 días que pasé encerrada en mi habitación, sin hablar, ni mirar a nadie más que a mi misma. Ninguna imagen fue pensada antes de encontrarme dentro de esas 4 paredes, el único material del que dispuse, fueron algunos víveres y utensilios para mis necesidades fisiológicas.
Un viernes de julio a las 06:00 hrs., de 2002 en Toulouse Francia empezó este proceso, sólo preparé algunos elementos que pensé me podrían servir; después, todo se fue dando...
Personalmente después de revisar los negativos revelados, descubrí que en esos 8 días, había hecho una recapitulación de mi vida en todos los aspectos, mostrando mi tristeza, mi alegría, mi feminidad y masculinidad, mi soledad, mi miedo a la maternidad, mi miedo al amor, mi miedo a los cambios, siempre miedos que me paralizan..., que me hacen ser esclava... y a veces ¿por qué no...? También mi aburrimiento por la vida.
En las primeras imágenes estoy reflejando los estereotipos con los que crecí, propios de mi cultura; quinceañera, novia, buena hija, buena madre, buena esposa; no importando que por dentro tenga otras aspiraciones...
Finalmente lo que importa en cualquier sociedad, es la apariencia.
Las siguientes imágenes no quisiera explicarlas, espero que cada una de ellas hablé por si misma.
Malena Díaz
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8 Días se llama la exposición de fotografías que el mes de enero del 2003 expuso Malena Díaz en Mix’Art Myrys de Toulouse ubicado en el no menos simbólico y antiguo local de la Prefectura de esa ciudad, actualmente local recuperado por el movimiento alternativo de Myrys.
Durante ocho días Malena se aisló en su habitacion después de una estadía en Barcelona y Madrid donde vivió experiencias que la llevaron a apartarse del mundo exterior. En ese tiempo su contacto con los demás fue mínimo, casi inexistente. De esta vivencia Malena crea, concibe, construye una serie de fotografías que van a conformar la exposición 8 Días.
El itinerario fotográfico de Malena empieza con una Malena radiante, bella, sonriente, llena de vida, coronada con una diadema de flores que rodea su cabeza y enmarca su rostro, un rostro jovial con sonrisa de quinceañera. Sus afeites y ropas nos hablan de sus orígenes, de su México natal.
Poco a poco la acompañamos en sus distintas metamorfosis, en sus cambios, en sus estados de ánimo. Vemos una Malena despojada de sus cejas y con gotas de sangre que recorren su rostro. Es el despojo de su belleza, de su feminidad, el inicio de la búsqueda de otra Malena, la que no se ve en la superficie, la que se encuentra en las profundidades de su ser.
El recorrido continúa y la vemos sentada frente a una ventana con la vista perdida en el vacío, melancólica, con sus piernas recogidas hacia su pecho y envueltas por sus brazos, como en posición fetal y se diría que esa habitación le sirve de gran vientre y de espacio de gestación de sus reflexiones, sus emociones, lo que dará a luz a su obra. Malena está sola.
Ahora Malena nos mira, con lágrimas en sus ojos, como si nos pidiera que no la abandonáramos. Malena sufre. Malena ángel-demonio. Malena vestida de prostituta, provocadora, perturbadora. Malena niña-mujer, y quizá el sentido de pérdida de la inocencia y el inicio de la vida adulta. Malena envolviendo sus senos con cinta adhesiva con la palabra "frágil", como recordándonos la fragilidad de su condición femenina. Malena hombre, Malena militar saludando. Malena orinando en un gesto banal y orgánico de la vida cotidiana. Malena buscando los límites, la frontera de su propio sufrimiento con su pezón expuesto al fuego. Malena desgarrando sus ropas como queriendo deshacerse de lo que la cubre e impide ser ella misma.
Malena somos todos, y esa es la dimensión plena de su obra, ella nos habla de sí misma y al mismo tiempo nos está hablando de nosotros, de nuestra existencia, de nuestra condición de mortales, de nuestra búsqueda constante del sentido de la vida.
Su obra es también universal porque se inscribe en una dimensión abarcadora del tiempo. Hay que recordar el título de su exposición : 8 Días. Sabemos que la semana está compuesta de siete días y el octavo día no es sino el inicio de una nueva semana, de un nuevo período, ese octavo día es el presente íntimamente vinculado a ese pasado reciente, a ese período que acaba de terminar. Pero también frente a ese octavo día están los días por llegar, un nuevo ciclo, los cuales son una promesa, el porvenir, la esperanza, el futuro.
Es importante evocar que el número ocho es universalmente el número del equilibrio cósmico, el número del las direcciones cardinales, el número de la rosa de los vientos, el de la torre ateniense de los vientos. Esto significa rumbo y orientación de nuestras vidas. Horizontes, senderos, rutas, caminos. Y es lo que Malena nos ofrece y comparte con todos, ese tramo de vida suya, esos momentos precisos en ese espacio escogido.
Ver la exposición 8 Días es recibir toda la polisemia que en ella se alberga y es recibir también las emociones que de ella se desprenden. Es sentir bocanadas de aire fresco, golpes en el vientre, el corazón que se encoge, la razón y las ideas que tambalean. Es una exposición que provoca sin duda alguna un especie de seísmo interno a todo aquel que se interrelaciona con ella.
Bladimir Jaén
Profesor del Instituto Cervantes
Toulouse Francia
El límite de la fotografía es nuestro propio límite