Mi experiencia como fotógrafa, en realidad es de hace no más de 5 años.
Toda la vida me gustó sacar fotos, pero las ocupaciones de trabajo, 3 hijos, muy ocupada y dedicada a la flia, postergué estudiar y perfeccionarme.
Cuando llega la edad de jubilarme, siguiendo el consejo de una de mis hijas, pensando qué haría con más tiempo libre, comencé un curso de Introducción a La Fotografía, con el fotógrafo Adrián Barrio. Fue tal mi entusiasmo, que a partir de allí seguí haciendo talleres de todo tipo, Iluminación, Retratos, Fotografía Creativa.
Asi fue que a medida que avanzaba me surge esta pasión por la fotografía, debo agradecer a mi profesor el fotógrafo Alejandro Gríspo, con quien aún continúo con sus talleres.
A tal punto que hoy, la fotografía es uno de los ejes de mi vida.
Me di cuenta cuántas cosas podía plasmar en una imagen.
Este Fotolibro, editado en el 2016, es una muestra fiel de todo esto.
Después de haber vivido una experiencia muy dura, impensada, comencé a hacer autorretratos de situaciones que me angustiaban, que daban vuelta por mi cabeza. Durante casi 1 año estuve con este trabajo sola, sin compartirlo con nadie.
Pero, llegó el momento de mostrarlo, me di cuenta que era una historia para contar con imágenes.
El límite de la fotografía es nuestro propio límite