OJOS de CAMPO
Taller de Fotografía para Chicos de Poblados Rurales
OJOS DE CAMPO es un taller de fotografía para chicos de pequeños poblados rurales, algunos de ellos en vía de desaparición o con un índice demográfico negativo inquietante. Las primeras clases se dictaron en los poblados de Tuyutí (16 hab.) y Cucullu (1100 hab.), actualmente se han sumado los pueblos de Solís (800 hab.), Villa Espil (400hab.) y Villa Ruiz (350 hab.).
ODC se presenta por primera vez en el año 2005 en el Partido de San Andrés de Giles por intermedio de la Dirección de Turismo en Pueblos y Parajes Rurales, siendo el mismo algo absolutamente innovador en lo que refiere a la enseñanza de la fotografía. Es un proyecto de pluralidad educativa y tiene un fuerte bastión social, ya que suma su apoyo a este espacio, el Consejo Escolar y la Dirección de Acción Social.
Los niños que participan del taller tienen entre 6 y 15 años y se les enseña fotografía como forma de rescatar la identidad de su pueblo a través del arte. Cientos de alumnos por año viven la experiencia (algunos por primera vez en su vida) del sencillo acto de “sacar fotos”.
Se busca que descubran gracias a las imágenes una forma de expresarse, de participar socialmente en la vida del poblado, convirtiéndose en “ojos curiosos de fotoperiodistas” con el beneficio de que este acto creativo genere una probable salida laboral a futuro. La obra de Ojos de Campo busca generar una mejora en su calidad de vida al integrar y redescubrir a través de su mirada las realidades en que viven. Fomentamos el juego, la interculturalidad, las mejoras de las condiciones de vida de la infancia, el fortalecer la sociedad civil y el papel de la familia con los lazos que la unen. Buscamos afianzar el rol central de la escuela y del docente, el cumplimiento de los Derechos Humanos, la inclusión social de los niños que se encuentren en un halo de riesgo, la lucha contra la pobreza, el crecimiento sustentable y el respecto por la naturaleza como parte de nuestros valores.
Queremos promover el encuentro, la convivencia, el reconocimiento y las semejanzas a partir del trabajo en clases con casos, historias de vida y relatos para contribuir con ello a incorporar en la educación del alumno actitudes de aceptación y respeto por la diversidad de creencias, ideas y formas de vida.
Los chicos pasan a ser miembros importantes de la unión y el afianzamiento de la comunidad rural, hechos que habían quedado solo en mano de los adultos. Gracias a la cámara de fotos y lo que sus imágenes trasmiten, ellos revalorizarán el arraigo a su entorno, mostrando que la falta de trenes, los caminos de tierra y las grandes distancias no son un escollo y su acción acorta el camino transformando en arte la mirada del pueblo.
Los chicos nos muestran el presente y el pasado. El reconstruir esos lazos comunicacionales a través de la mirada alcanza niveles de creatividad y expresión inimaginables, muchas veces debido a la carencia de órdenes artísticos preestablecidos, a la profundidad de sus sinceros sentimientos, y a la liga que les genera el juego de la cámara con la mirada transparente y la búsqueda de un "encuentro con lo bello". La memoria vuelve a ser protagonista.
“La intención de su arte es mostrarle al prójimo un lugar para quedarse, una imagen que invita a “estar allí”, una pertenencia que nos habla del trabajo, del campo, de la naturaleza y de los vínculos que nos unen. Las profundas sensaciones que nos entrega la visión de los chicos se magnifica al descubrir que con mínimos estímulos se logra relevar la escondida identidad del poblado”.
Diego Arranz
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Con ojos de campo han mirado los niños.
Cristales de candorosos asombros.
Visión clara, serena, luminosa, sin prejuicios.
El aire es diáfano y huele a inocencia, a primera cosecha, a pichones que se asoman más allá del nido, con ganas de probar las alas.
Con ojos de campo han mirado los niños y nos cuentan sus imágenes, de arboledas, de caminos bifurcados, de casas antiguas, de gente que trabaja, de otros niños que ríen y juegan, de la escuela, de la vida cotidiana, del perro y del caballo.
La fotografía es, en los niños, un lenguaje que descubre matices, climas y formas de una realidad que no alcanzamos a percibir pero que ellos logran expresar con sentido estético, frescura y sugerencias.
Con ojos de campo los niños miran la vida: la noble sencillez del leño y del barro, de la hojarasca y el horizonte asomados a la lente inquisidora.
Llenemos nuestro espíritu con estas imágenes. Tal vez, luego, podamos, nosotros también, mirar el diario devenir, con esos mismos ojos de campo.
Graciela León
Docente Rural de San Andrés de Giles
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OJOS DE CAMPO, como contactarse:
Diego Arranz
Director
Ojos de Campo / Taller de Fotografía Municipalidad de San Andrés de Giles
Teléfono: (011) 15-4972-6731
Web: www.ojosdecampo.com.ar
Facebook: www.facebook.com/ojosdecampo
email: info@ojosdecampo.com.ar