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“Yemanjá”
Es 2 de febrero se festeja el día de la Diosa del Mar, Yemanjá.
Llego a la playa Ramírez de Montevideo, y lo primero que veo es la playa abarrotada de gente, en un principio la imagen general es caótica, confusa, pero poco a poco comienzo a ver una sucesión de eventos que transcurren en todos los ángulos, empezando por la playa, la arena y luego ya en el mar.
A mí alrededor hay gente con una evidente fe religiosa haciendo fila para llegar ante un guía espiritual intermediario con la Diosa, a la que se le pide protección, su bendición, o liberación de malas influencias terrenales o astrales además de prosperidad para todo el año.
Otras personas se encuentran alrededor de un altarcito, prenden velas, ofrendan frutas, bebidas alcohólicas, flores blancas. La actitud general es de devoción, concentrados en sus cantos o rezos.
También llama la atención un hombre vestido de blanco, que ríe a carcajadas y repentinamente se pone serio, toma una bebida, corre hacia el mar, vuelve, se sienta frente a estatuillas de la Diosa del mar, le ofrece bebida, algunas frutas y vuelve a reír con estridencia, acompañado por una mujer que lo contiene. Están solos.
El día es de tormenta, no llueve pero el cielo está muy cargado, le da marco.
En los rostros se percibe la fe, la devoción y en algunos casos el extremo delirio místico con desconexión del entorno. Una gran cantidad de ofrendas son arrojadas al mar, tales como barquitos con flores blancas, alhajas, frutas, copas de vino, velas celestes, maíz blanco, papel celeste y blanco, miel, caramelos de coco, sandías, y todo aquello que Yemanjá, recibe con placer de parte de sus fieles.
La música del candomblé no deja de sonar y estimula la danza en círculos que los ayuda a entrar en trance y seguramente a conectarse con la divinidad.
Las raíces del culto en honor a la Madre Yemanja son afro-brasileñas, proveniente del candonblé y es la protectora de los pescadores y de todas aquellas personas que se encuentran fuertemente vinculadas al mar.
Diosa de las aguas, Madre de la mayoría de los Orixás (culto umbanda), severa y protectora de la maternidad, dueña de todos los frutos y riquezas del fondo del mar.
Es una fiesta colorida, con total desinhibición en las manifestaciones individuales y con mucho respeto. Todos tienen un lugar, todos saben que la Madre Yemanja escucha…
Ana María Robles
El límite de la fotografía es nuestro propio límite
