Luz, Silencios revelados / Rubén Sotera
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"Luz, Silencios revelados"
Rubén Sotera
Buenos Aires, Argentina
http://www.rubensotera.com Volver "La fotografía no es
ni una pintura
ni una fotografía;
es un texto..."
Roland Barthes
¿Podrá un texto ser una fotografía, un autorretrato?
Luz silencios revelados fue un largo camino. En algún recodo, sentí deseos de re-escribir lo que había registrado hasta ese momento en una computadora, pero manuscrito, con mi lapicera de tinta. Los textos sufrieron modificaciones muy pronunciadas.
Me gusta escribir con pluma. Me ayuda a contar el vuelo de mis sueños.
Iluminado por la luz de la ventana, filtrada a través de las hojas, ahora rojizas, de estos robles que decidieron nacer en nuestro balcón. Acompañado por la llama danzante de una vela, pienso en el lejano París donde Jacques Derrida dice que se acompaña solo con luz artificial.
También intento escribir en la penumbra silenciosa del cuartoscuro, donde revelo y amplío mis fotografías. Allí, la luz artificial escribe sobre el papel fotográfico, a través de la memoria del negativo. Aprendí a ver escuchando el silencio de la luz. Para escuchar con claridad los ecos de mi interior prefiero las luces tenues, muy tenues. ¡Cuánta luz hay en la noche!
Habito en un extremo del mundo, donde recopilé estas palabras y escribí estas fotografías. Considero que los últimos años han sido oscuros en muchos rincones del planeta. Quizás por eso intenté buscar luz, que es inicio y memoria del fuego.
Aprendí a moverme quedándome quieto: leyendo, escribiendo, conversando, pensando, soñando. Como cuando dejo mi cámara sobre un trípode y registro los paisajes que pinta la luz y sus sombras con "el paso" de las Horas. Diferentes paisajes en el mismo lugar, mientras transcurre el tiempoluz. Y yo, tiempofuego, solo contemplo. Así aprendí a esperar la luz. Luego a esperar las palabras.
Cuando llega la luz, a veces duele, como el sol del mediodía. O cuando desoculta tristeza y desesperanza en las miradas. Entre el dolor y la oscuridad, muchas veces encontré gente que resiste y busca luz. A veces yo también recorro el mismo camino, hacia arriba o hacia abajo, buscando luz y palabras.
Veo con mis dedos. Y con mis ojos. Leo y escribo con mis dedos. Leo y escribo con mi mirada. El afuera y el adentro se atraviesan. Instante tras instante. ¿Cuándo empieza y cuándo termina un instante? ¿Cómo identifico el instante en el movimiento continuo de la danza, en el crecimiento invisible de los árboles? A veces, varios años duran un instante. Hay vidas que se consumen en un instante. Hay decisiones que se toman en un instante. La fotografía (la
"instantánea"), en casi todos los casos, registra un instante.
La vida, tiempofuego, puede transcurrir lenta o rápidamente. No puedo medir sus instantes con un reloj. Al tiempofuego solo puedo medirlo por sus pensamientos, sus palabras, su luz, sus huellas, sus sueños. Quizás los sueños del tiempofuego duran un instante. Quizás los sueños viajan como la luz. Quizás sean juegos de luz. Quizás nosotros, tiempofuego, seamos un juego de la luz.
Creo que estoy despertando de otro sueño. Percibo un alumbramiento, un nacimiento.
Luz que nace, con dolor, pero sin llanto inicial.
La luz se revela en silencio.
Rubén Sotera
Fragmento del libro “Luz Silencios revelados”.
El límite de la fotografía es nuestro propio límite