Kosovo / Roser Vilallonga

GaleríaTextoCurriculum Volver a Galerías de Autores  

"Kosovo"

Roser Vilallonga

Barcelona, España
http://www.roservilallonga.com
 Volver Desconcierto, desesperación y rabia se unen y se entrelazan al hambre, resignación, miedo y tristeza en una primavera sin flores en la avanzada Europa de finales del siglo XX.

Albania, el país más pobre de Europa, acoge sin condiciones a sus hermanos albanokosovares huidos de la limpieza étnica serbia.

Los campos de refugiados se extienden por Kukes, Tirana, Dyrres, Kavaje, Shkodra, Tropoja, Valbona... y en todos ellos planea una misma esperanza: Ò...volver a casa, aunque no quede nada, lo antes posible...Ó.

Están viviendo un infierno: los serbios, sus amenazas, las torturas, muertes, explosiones... y al final un único propósito: salvar la vida.

La huida se convierte en pesadilla: frio, hambre, cansancio... y el miedo, omnipresente, extendiéndose y aferrándose a las neuronas, lo mismo que el polvo y el fango del camino a los zapatos.

No existe el descanso más que para aquellos que no resisten y mueren.

La puerta que anuncia el final del túnel se abre al divisar la frontera, y en ocasiones se cierra estrepitosamente al estallar las minas que los serbios han sembrado por el paisaje.

Lo cuentan y entiendes las lágrimas que se asoman a sus ojos asustados.

Los campos de refugiados son un mundo de miradas, pocas palabras y mucho dolor.

Los niños no juegan, esperan pacientemente sentados en la cama, se protegen unos a otros del sufrimiento y los gritos desesperados de la joven tendida dos camastros más allá.

No preguntan y hacen cola para conseguir el único pan del día de hoy y quién sabe si también de mañana... y lo miran como diciendo: Ò...no te acabes...Ó.

No hay peleas, limpian sus zapatos de barro, comparten con sus mayores la miseria e intentan que los más pequeños no olviden cómo sonreir.

Leutrim tiene 10 meses, no recordará nada si Miraván, su madre de 27 años, recupera a sus otros tres hijos de 9, 6 y 2 años perdidos durante su huida de Kosovo y si su marido, alistado en la guerrilla del UCK vuelve sano y salvo; de lo contrario Leutrim crecerá con la desesperación de la mirada perdida y vacía de su madre.

Ellos, los niños, son los más débiles e inocentes, pero nadie, desgraciadamente nadie, ni jóvenes ni ancianos, ni hombres ni mujeres, ni civiles ni militares van a salvarse de este juego macabro, espiral de dolor infinito y secuelas incontables; de esta pesada losa construída en la sinrazón y el odio que cae sobre vivos y muertos, y que nosotros, desde nuestra cómoda butaca televisiva de una Europa primermundista, politicamente correcta, comunitaria, mediática y solidaria, hemos sido incapaces de evitar.

Esta no es una historia de hace dos años: los albaneses golpean hoy a los serbios de Kosovo con la misma fuerza con la que los serbios les golpeaban a ellos hasta hace dos años.

Cambian las lenguas y las etnias, pero los rostros de dolor y el paisaje son siempre los mismos.

Reportaje realizado en Albania en abril de 1999    El límite de la fotografía es nuestro propio límite
Home   Favoritos   Atrás   Arriba
 
Quienes somos     Contacto     Reglas de Participación   Las fotografías expuestas en este sitio pertenenecen a sus respectivos autores y no pueden ser reproducidas sin autorización de los mismos.  
  
Concursos Patrocinados de FotoRevista:
Desde 2014 transmitimos nuestros juzgamientos en vivo:
  84° Concurso Mensual FotoRevista   85° Concurso Mensual FotoRevista